dijous, 2 de març del 2023

Fábulas y leyendas de Corea

En esta entrada hablaremos de cuatro leyendas coreanas basadas en las tres grandes religiones del Lejano Oriente (taoísmo, budismo y confucianismo). Dedicamos esta publicación a todo aquél que esté interesado o interesada en saber más sobre leyendas tradicionales coreanas. En este caso, nos centraremos en narraciones cuyos protagonistas o personajes relevantes son animales.

La historia del zorro
Yi Kwai había aprobado los exámenes para conseguir un puesto en el ministerio, igual que su padre. Debido a su trabajo, el padre iba muy frecuentemente de viajes y, una de esas veces, Kwai se quedó con su madrastra. Una noche después de cenar, la madrastra se retiró a su dormitorio y Kwai se quedó solo en el salón. De repente, se abrió la puerta y una joven entró. Iba impecablemente vestida, era muy bella y el chico no sabía quién era. Cuando le pidió que se presentara, ella se rio y no contestó, se acercó y se arrodilló ante él. Kwai la agarró y se la echó a la espalda. Entonces la mujer le mordió furiosamente la nuca, mostrando su verdadero aspecto. Incapaz de aguantar el dolor, la soltó y ella dio un brinco, escapando. Kwai nunca pudo demostrar que había estado con un zorro capaz de adoptar forma humana.


La mujer gato
Kim Su-ik era un corregidor que vivía con su esposa. Tenía la costumbre de estudiar chino diariamente hasta bien entrada la noche. Una de esas veces le entró hambre y le preguntó a su esposa si podía traerle algo de comer, a lo que le contestó que sólo quedaban ocho castañas. Kim Su-ik asintió y esperó pacientemente hasta que ella volviera con las castañas asadas. Después de un rato, apareció con la comida lista en una cesta. Mientras tanto, su mujer se sentó a esperar junto a la mesa. De repente, la puerta se abrió y entró otra persona. Entró una mujer idéntica a su esposa, con la misma cesta. Kim Su-ik decidió agarrar con fuerza a ambas, a la primera con la mano derecha y a la segunda con la izquierda. Cuando amaneció, la mujer que tenía agarrada con la mano derecha le pidió que la soltara, ya que le estaba haciendo daño. Kim no la soltó y con el forcejeo ella cayó al suelo, convirtiéndose de repente en un gato salvaje.

La maldición de la serpiente
Ha Yun era un ministro bien valorado que vivía en una antigua casa familiar. Se trataba de una vivienda grande y bien provista. Una vez, un sirviente levantó la tapa de una vasija para sacar un poco de harina. De repente, salió una serpiente enorme de sus profundidades. El criado retrocedió sorprendido y fue corriendo a contárselo a Ha Yun. Cuando la abrió él mismo, volvió a salir la serpiente de dentro. Varios criados acudieron con palos y mataron a la bestia. Después, apilaron madera y le prendieron fuego. Entonces, unos humos malsanos llenaron la casa y mataron a todos los presentes. No quedó ningún representante de la familia y los que entraron posteriormente también perdieron la vida, de modo que el lugar quedó abandonado. Un poco después se originó un misterioso incendio que quemó hasta los cimientos, dejando el solar vacio. Hoy en día, el lugar sigue teniendo fama de embrujado y nadie se atreve a edificar sobre él.


La urraca de la buena fortuna
Suele decirse que cuando una urraca construye su nido al sur de una casa, una persona será ascendida. El rey T'ai-jong tenía un súbdito que era muy pobre y había fracasado en todos sus proyectos. Un día, el súbdito decidió construir él mismo un falso nido de urraca en algún sitio de la vivienda. El rey lo vio y le preguntó qué estaba haciendo. El hombre le contestó que, cuando una urraca construye su nido al sur de una casa, se decía que podía ser ascendido. El rey se apiadó de él y ordenó inmediatamente su ascenso.

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