Las haenyeo (해녀) son una comunidad de buceadoras de la isla de Jeju que se ganan la vida recogiendo marisco sumergiéndose a pulmón en el océano, sin ningún tipo de ayuda para aguantar el oxígeno ¡hasta a 10 metros de profundidad!
La historia de las haenyeo se remonta hace siglos, con los primeros registros sobre estas mujeres aparecidos en la literatura de la dinastía Joseon (1392-1897). A juzgar por los envíos de perlas que se hacían como ofrenda desde el Gobierno central al rey, se estima que las haenyeo empezarían a bucear antes de la época de los Tres Reinos (s.IV- s.VII).
Expertas en el mar y la vida marina, estas mujeres conocen la geografía del mar en el que trabajan, sus corrientes y las vidas marinas que habitan en él. La práctica de estas estas buceadoras se denomina muljil (물질). Esta técnica se aprende tras mucha experiencia, por lo que las haenyeo empiezan su entrenamiento muy jóvenes, sumergiéndose en aguas menos profundas a los 8 años de edad. Controlando su tiempo de inmersión, aprendiendo a detectar la presión del agua y la cantidad de oxígeno que les queda con la distancia que las separa de la superficie, las aprendices se convierten en jóvenes haenyeo a la edad de 15 años, profesión que continuarán hasta los 70 u 80 años de edad. En función de su experiencia y de su capacidad para bucear en la profundidad son clasificadas en tres categorías: las hagun, las junggun y sanggun. Un tipo superior de haenyeo, de gran experiencia y sabiduría se denomina dae-sanggun, cuya función, a parte de instruir a las más jóvenes, también es de líder de la comunidad.
La labor de las haenyeo no
se limita a la recolección de productos marinos: también realizan la limpieza de los caladeros y las costas hasta tres veces al año. Esto consiste en retirar las algas marinas de los caladeros y las costas, que se consideran malas hierbas, lo que facilitará la pesca de abulones y otras especies. Otra de sus responsabilidades es la repoblación de las zonas de pesca de peonzas cornudas y abulones.
Debido al tiempo limitado que tienen para recolectar sumergidas se reduce la recolección en grandes e innecesarias cantidades, lo que crea un sistema sostenible de pesca. Esto está administrado por los colectivos de pescadores, que regulan los tiempos de pesca, el tiempo de buceo e incluso el tamaño de los mariscos que pueden llevarse.
La experiencia y los conocimientos de las haenyeo son transmitidos de generación en generación, y hoy en día considerados un tesoro cultural. Las escuelas, cooperativa pesqueras y asociaciones de buceadoras también se encargan de conservar su legado, además del Museo de las Haenyeo, ubicado en la isla de Jeju. En 2016 estas buceadoras fueron inscritas en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO por su labor ecológica, su impacto en la mejora de la condición de la mujer en la comunidad y su valor cultural.
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